

La caricatura y el dibujo cómico han sido considerados con frecuencia como un arte menor. Tal vez por haber incursionado a los tropezones en ella, yo la tengo en una alta consideración. El caricaturista observa, capta y redistribuye mentalmente lo que ve, para luego plasmarlo en papel. El trazo rápido es fundamental en esta expresión, porque es el que transmite todo; lo que el dibujante ve e intuye del modelo. La caricatura es, ante todo, una interpretación.
Hace unos días, un cliente regular del taller me trajo a enmarcar las caricaturas que ilustran esta nota. No conocía al artista, que firma Cousillas, pero me impactó positivamente. El trazo utilizado para conformar los ojos y la boca, tanto en Cerati como en Cobain, nos dejan entrever ambas personalidades. Las almas de ambos están evidenciadas y ese es el mejor logro para cualquier artista. En la rama que sea.
La elección del enmarcado es, a mi juicio, la más indicada para una obra centrada en trazos: una moldura angosta, que puede ser tanto una media caña como un perfil recto, con una terminación en negro semi-mate que realza y destaca las líneas del dibujo.
Ernesto Flores